6.7.10

Un cepillo de dientes puede ser clave de cambio

Habrá algunos que piensen que es una tontería, pero para mí resulta que no lo es. Nunca en mi vida he dejado un cepillo de dientes en otra casa. Ni cepillo de dientes, ni peine, ni ropa.. todo iba conmigo de un lado a otro tocara donde tocara ir.
El fin de semana pasado compré un cepillo de dientes y lo dejé en otra casa. En dos años que había podido hacerlo no lo había hecho a pesar de que pasara noches y días allí. No había nada permanente y mío en ningún sitio que no fuera mi casa. El fin de semana pasado di un paso que posiblemente antes nunca me ha dado por hacer.
Si hay que comenzar con cambios, creo que uno así está muy bien dado mi nivel de compromiso en las relaciones. Un cepillo de dientes puede ser un "nada" para unos y un "todo" para otros. Por ello, un cepillo de dientes, un suavizante de pelo y un peine son mi claves del cambio.
Hay que empezar poco a poco que si no yo podría dejar de respirar del susto.

23.6.10

Así no se puede...

Cuando voy por una carretera siempre pienso en seguir una dirección. Eso siempre que no me haya perdido.
En una carretera tienes dos direcciones. Puedes seguir hacia adelante o hacer un cambio de sentido y volver al punto del que venías.
Lo que sí que no se puede es quedarte parado en mitad de la carretera y esperar a decidir qué dirección tomarás.
Hacia adelante o hacia atrás, hay que tomar una flecha porque en el medio no se consigue nada. Los coches seguirían pasando sin reparar en que estás ahí o quizá no pase nadie mientras tú mueres de inanición.
Lo bueno de ir en una carretera es que sigas recto o des la vuelta siempre puedes rectificar. No te sentirás mal, simplemente te sentirás completamente estúpido por haber descubierto que no sabes a dónde vas.
Por desgracia, otras cosas no son así pero igualmente en el medio no hay que estar porque se pierde tiempo y porque lo que consigue sacar de las personas no es bueno. Pararse es dudar, es no saber qué camino tomar, es no saber qué hay de frente y que queda detrás. Pararse es dormir mal y apenas comer, y agotarte en todos los aspectos hasta decir ya no puedo más.

21.6.10

Ojalá todo fuera ciencia y matemáticas...

El mundo es ciencia, todo lo que nos rodea está hecho de materia y las matemáticas lo inundan todo. ¿Pero por qué la vida no funciona como una ecuación?
Mientras estudiaba economía llegué a odiar las ecuaciones, los gráficos, las estadísticas y las probabilidades. Hoy, agradecería tantísimo que todo fuera ciencia y matemáticas... Así, las cosas no dolerían, la gente no estaría triste, no existiría la decepción... no habría sentimientos, simplemente números y signos que lo envolverían todo. No habría dudas ya que sólo habría una única solución, una perfecta solución.
En la visión positiva de todo esto, perderíamos mucho. No habría sonrisas ni alegría. Perderíamos lo más grande que tenemos, la capacidad de sentir, esa virtud tan imperfecta.
Pero las cosas serían más fáciles, eso sin duda.
En estos últimos tiempos tengo la sensación de que mi persona ha dado un traspié, uno tras otro. Y sin embargo también creo que no he cambiado un ápice en los grandes pensamientos que he tenido siempre. Sigo soñando con las mismas cosas y asustándome por exactamente las mismas. Pensé que eso había cambiado y ahora me doy cuenta de que posiblemente pasen los años que pasen seguiré igual.
Sí hay cosas que han cambiado a mi alrededor y seguramente hayan conseguido que mi carácter sea más agrio de lo que era. Y por ello ya no me encuentro.
Me gustaría preguntar a la gente ¿quién eres? ¿qué quieres de la vida? ¿qué expectativas tienes? Porque yo tengo la sensación de no saber responder a algunas preguntas si me las hiciera a mí misma.
¿Qué define a una persona? ¿Son las conductas que tiene? ¿Es lo que dicen de ella? ¿Es cómo la ve la gente? ¿Es, quizá, lo que esa persona dice ser? ¿Quiénes somos a diferencia de quiénes creemos ser? Si fuéramos matemáticas podríamos contestarlo con un poco de esfuerzo.

19.6.10

Y cuando de pronto estás sola...

Iba caminando por el centro de Madrid, rodeada de cientos de personas. Turistas, amigos que se ven en el Km 0... Simplemente andaba y sin ninguna dirección en concreto. No sabía a dónde ir ni dónde esconder las lágrimas. Simplemente quería que desapareciese de la faz de la tierra todo el mundo que con dirección o sin dirección compartían espacio conmigo en Sol.
Es muy frustrante agachar la cabeza, saber que no tienes ni siquiera unas gafas de sol en las que resguardarte y tener que seguir caminando sin ni siquiera saber qué hacer.
Al mismo tiempo, irónicamente, me sentía completa y profundamente sola. Una sensación de lo que se acaba de hacer y que a la vez no eres consciente de que acabas de hacer ni lo serás al día siguiente ni al siguiente. Sólo eres consciente cuando lo tienes que explicar.
Sola como si todo se hubiese girado y te hubieran llevado a un mundo extraño, con gente extraña y con comportamientos extraños que no consigan entenderte.
Estar solo quizá es el precio a pagar por ser un tanto diferente. Es posible.
Hablaba con una amiga que intentaba convencerme de que yo veía las cosas desde un extremo en el que no podía posicionarme. Yo a la vez la preguntaba si de verdad ella no pensaba que éramos un tanto diferente al resto de chicas que conocemos.
He proclamado a los 7 vientos que soy una persona independiente, con todo lo que ello conlleva. Pero las consecuencias duelen. Duelen mucho.

20.4.10

Escribir ayuda, háganme caso...

A las once de la noche y teniendo que levantarme mañana a las 6 a.m me han vuelto las ganas de escribir que tenía tan olvidadas en un cajón. Precisamente en un cuaderno en el que dejé por escrito todo lo que necesitaba no decir pero sí soltar.


Hay malas épocas en la vida. Es algo incuestionable. Un psicólogo en un programa de televisión dijo que sólo se podían pasar dos hechos trágicos en la vida porque pasado ese límite la mente podía colapsarse. No puedo opinar porque lo cierto es que no se muy bien a qué se puede llamar "gran tragedia". Entiendo que perder un hijo lo es, que vivir un terremoto lo es.... pero hay muchas cosas en la vida de una persona corriente que no pasa por una catástrofe así que siente mucho dolor. ¿Pero es ese dolor por cosas ocurridas "una gran tragedia"? Yo no sabría contestarlo. Las depresiones causan dolor y a veces ni los afectados saber el porqué empezó. ¿Podría ser una gran tragedia?


Alguien me dijo una vez que los seres humanos no estamos acostumbrados a pasarlo mal y a sentir dolor. Vivimos en un mundo de ilusión en el que cuando viene algo negativo nos trastornamos. Esa persona dijo que es necesario un periodo de duelo en el que pasarlo mal, llorar, enrrabietarse y sufrir. Después de eso hay que dejarlo atrás e ir saliendo del agujero. Lo vi muy sensato y tiene su lógica.


En mi caso, cuando he tenido periodos de duelo como decía esta persona me ayudó escribir. Nunca he conseguido en mi vida una continuidad en esto. Conozco a una persona que tiene la fuerza de voluntad de pararse y escribir el transcurso de los acontecimientos que pasan por su vida y así lleva años. Es mi heroína porque yo nunca lo he conseguido. Sin embargo, ciertas épocas me han abierto la necesidad de tener que escribir lo que no me salía poder contar y en algo ha tenido que funcionar porque una vez comencé con esa tarea me dispuse a explicar a quien yo quería explicar lo que estaba pasando.


Por lo tanto, mi recomendación de hoy no es más que esa. Quizá sea por pensar que un día podrás leerlo y volver a lo caliente de la situación cuando tú ya estás bien fría. Hay que recordar que las cosas se olvidan y se ven desde otro prisma. Lo que hoy nos cabrea dentro de unos meses no será cabreo, será recuerdo de un enfado y ya no será lo mismo. Es posible que un día, cuando vuelva a encontrarme con esas hojas que hasta dentro de mucho tiempo no volveré a leer pueda entenderme y valorar un cambio a lo largo de la vida. O quizá no, pero no lo sabré hasta entonces.

28.12.09

El efecto más simple...


Os voy a explicar una teoría que es super simple y que explica muy bien lo que vengo a decir hoy. Supongamos que somos todos una bolita de billar. Esa bolita está hecha para seguir una dirección en recto, seguir una línea recta que nunca acaba y que tiene suficiente energía para ir solita en su dirección.

Bien, llegados a este punto todo el mundo lo entiende. Ahora pongamos efectos externos a la bolita en la situación. Imaginemos que tenemos una mano derecha y una mano izquierda al lado de la bolita, una en cada lado de la bolita siguiendo una línea paralela o sin ser paralela que no se cruce con la línea invisible de la bola.

Bien, suponemos que una de las manos le da un golpecito a la bola desde su lado. ¿Cuál es el efecto? Fenómeno! La bolita cambia de dirección. Ahora supongamos que la otra mano también da desde su posición a la bolita. ¿Cuál es el efecto? Muy bien! Pues que la bolita cambia de nuevo de posición y va hacia la posición donde está la otra mano.

Supongamos que esto se repite en el tiempo. ¿Cuál es el efecto? Genial!! El efecto es que la bolita va dando tumbos de un lado a otro, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Ya no está siguiendo una línea recta, está alcanzando a hacer zig-zags y si lo repetimos muchas veces incluso acabará haciendo eses.

Si yo puedo comprender este efecto tan sencillo. ¿Cómo es posible que gente más adulta y supuestamente responsable y reflexiva no se paren a verlo?

A veces, presuponemos que los adultos tienen esa gran capacidad que les da la experiencia para pensar las cosas y actuar de forma correcta. A día de hoy, rebato esa afirmación. Hay gente que pasados los años de repente ve las cosas desde el prisma de una chaval de 20 años aún doblando esa edad.

23.12.09

Mis deseos de este año

Queridísimo Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás o como te llames allá donde estés... :


Este año he de pedirle ayuda para que mis deseos se hagan realidad durante este 2010. Sin embargo, como soy consciente de lo atareado que puede estar usted (y mucho más este año con el recorte de presupuesto) pues he de pedirle que convenza a su amigo "El bolitas" para que lleve a cabo la labor que usted no podrá.

Verá usted, este año tenía 20 postales en mi cajón listas para ser escritas y enviadas. Sin embargo, cuando fui a correos para comprar sellos me dijo que se les habían agotado, por lo que el ni siquiera poder enviar una postal estas Navidades, hace que "El bolitas" se vea obligado a colaborar por caridad. Es una cosa muy sencilla y que no le va a costar nada poner en marcha. Yo lo que deseo este año es que les haga llegar a la gente que me merecen la pena un kit del 2010. Un kit por cada persona que lo merece. Dígale al "Señor Bolitas" lo que tiene que llevar ese kit:


1. Lo primero que usted debe meter en ese kit es el gorro de la suerte. Tenga usted en cuenta, Señor Bolitas, que ha de ser transparente, que no puede dar calor y tampoco picar. Si se equivocara en la construcción mágica de este gorro, ellos no se lo pondrían, y el objetivo es que lo lleven puesto los 365 días del año. Quiero que se de cuenta que hay algunos a los que este año no les ha acompañado la suerte en algunas ocasiones, y por ello, necesitan con urgencia este gorro que le digo.


2. También deberá usted meter en el kit el perfume del amor. Yo se lo he visto hacer a Santa mil veces, así que no le costará en absoluto. Tiene que ser una fragancia intensa y muy concentrada. Dese cuenta que tiene que valer para todo un año entero. Una vez que abran el pequeño frasco, tendrán de nuevo ese privilegio que es la capacidad de amar. Es para uso en caso de emergencia, pero por si hay muchas emergencias tiene que durar en el tiempo. Lo del frasco pequeñito es porque le recuerdo que hay que tener en cuenta la normativa en los aeropuertos sobre los líquidos. Están muy duros con esos temas y no quiero que lo tengan que dejar en casa porque usted se haya pasado con la cantidad. Así que, ya sabe, cuidadito!


3. Como regalo, y dentro del kit, debe ir la tableta de choco-paciencia. Usted comprenderá que este año he abusado de la paciencia de algunos y para este 2010 van a necesitar esta tableta. Es una recarga de energías por si un día se cansan y descubren que no tienen más paciencia. Que sea dulce, por favor, muy dulce.


4. No puede faltar tampoco el reloj del recuerdo. Eso es algo que todo el mundo necesita para saber de donde viene y cómo ha llegado a ser lo que es y a quién tiene alrededor. Ha de ser un reloj discreto a la par que elegante, con ese poder de traer a la memoria al menos una vez a la semana una bonita anécdota del pasado con los suyos.
5. No se me puede olvidar una de las cosas más importantes del kit: la crema bronceadora de la salud. Tiene que ser un bote grandote porque tiene dos misiones: una, que al recubrirse con ella nada malo pueda ocurrir, y segunda, que le preste la crema a los suyos para que corran la misma suerte. Eso implica mucha crema "Señor Bolitas", pero yo confío en usted. Además, verá que tono más estupendo lucen todos a partir del 25 de diciembre.
6. Meta usted también en el kit una copa del éxito. Una de esas que se colocan en la habitación y tú mismo te sientes orgulloso de lo conseguido. A veces se necesita, y si no está, pues nada te lo recuerda. Por lo tanto, que sea una copa bonita y que cuadre con la decoración de las habitaciones de cada uno de ellos. Ahí te lo vas a tener que currar, "Bolitas", porque si toca étnico...pues étnico, y si toca minimalista...pues ya sabes.
7. Le dejas también dentro el balón de la energía. Que no sea muy grande eh? Es que no quiero que estorbe. A Claudio y a Juanan se la puedes dejar un poquito más grande que al resto, pero la idea es que no escatimes al meter energía dentro. Yo lo dejo en tus manos..pero estaré vigilando todo el año a ver si se han cumplido mis deseos...y no es una advertencia...
8. Necesitarán también el espejo de la sonrisa. Pero no te pases con el tamaño. Mejor que sea pequeño y no les ocupe mucho espacio. Es esencial su efecto ya que si algún día tienen motivos para sonreír y reír, ahí tiene que estar este espejo. Y una cosa! Que sea irrompible! Así que te vas a tener que esmerar con los materiales.
9. Para ir cerrando el kit, les metes también dentro ese último móvil supersónico que he visto que han sacado los Reyes como novedad exclusiva de ellos. Pues no, no, tú tienes que copiarlo Señor Bolitas. Tienes que llevarles ese móvil a ellos porque dentro tendrán todos los números y nombres a los que pueden llamar, a los que pueden recurrir cuando tengan un problema, los números de la gente que les quiere y siempre se lo dice y los que les quieren y no se lo dicen tanto. Además, vendrá una agenda estupenda con un montón de días en blanco. Esos serán todos los que podrán juntarse y recordar viejos tiempos, o iniciar nuevos descubrimientos con personas que aún no conocen demasiado.
10. Y ya termino "Señor Bolitas" con el último instrumento que tiene que llevar el kit del 2010, y no es otro que uno que englobará al resto...será la propia caja que lo guarde todo, la caja de la felicidad. Yo hace unos años le regalé una a mi hermana pero no se la vio muy entusiasta. Igualmente, tiene que crear esa caja y meter todo esto que forma el kit dentro de ella. Ellos sabrán dónde ponerla para intentar sentirla cada día.
Espero no haberme pasado "Señor Bolitas". Si así ha sido...bueno...yo nunca le he pedido nada a usted. Así que...¿por qué no hacerme este favor? Yo enviaré el correspondiente mail a la persona que quiero que le llegue este kit tan importante para sobrevivir este año. Como ve, le estoy poniendo las cosas super fáciles.
Confío en usted y reparta, que usted sabrá que es mucho mejor dar que recibir (por ello, si quiere también traerme algo a mí, pues yo encantada eh? No vaya a ser que se sienta mal por no dar!).
Uy casi se me olvida!! Meta una última cosa en esa caja. Una flor. Una margarita. Mi margarita. Tienen que tenerla con ellos. Esa margarita, blanca, amarilla y bien grande, incluirá en su más profundo interior un beso enorme y un gran abrazo de mi parte, con mis mejores deseos para este año y con la felicitación más cálida que puedan tener. Con eso, ya me conformo.
Muchas gracias y....
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!

18.12.09

Olvidarse que el mundo gira...

Hay momentos en el tiempo en el que uno se olvida que el mundo sigue girando a su alrededor. Es importante darse cuenta y es importante querer cambiar esa visión de ceguera, a pesar de que a veces sea totalmente complicado.

En el momento en el que te estancas en tu propia persona y tu propia situación, lo demás siempre resulta relativo. Ignoras en gran parte lo que ocurre a tu alrededor.
Cuando eres capaz de darte cuenta, también eres capaz de querer intentar cambiarlo. Por supuesto, el mundo que te rodea gira a una velocidad diferente que tu cabeza, pero está ahí moviéndose y hay que volver a tener ganas de ver la belleza en él.
Encerrarse en sí mismo es una buena técnica de defensa y autoprotección. Es lo que primero le sale a algunas personas. No se puede evitar, ya que en ocasiones simplemente ocurre y te das cuenta tarde. Y tarde es cuando las cosas que has llegado a pensar y sentir han sido también causadas por tu aislamiento.
Pero lo importante es el momento en el que aprendes la lección, y una persona intenta abrirse, explicar, expresar y normalizar ciertas situaciones que le pueden estar ocurriendo. La lógica nos dice que las mentes humanas aún no tienen la capacidad de adivinar. Es cierto y por ello no se puede pretender que tus cercanos sepan algo que pasa si tú no lo cuentas. Así funcionan las cosas por desgracia. No podemos reclamar cierta serie de cosas sin primero explicar porqué las quieres o necesitas. De hecho, una vez que se empieza a hablar, tus exigencias por carencias son respondidas con bonitos detalles de cariño.
Sería mucho más fácil que pudiéramos adivinar lo que le pasa a otra persona al instante, sin que haga falta hacerle explicar qué pasa. Es posible y probable que esa persona no se encuentre bien y no quiera hablar o simplemente haya llegado un punto en el que no le sale hablar y pierde la capacidad de comunicar mediante la palabra. Sí sería muchísimo más fácil, pero como mucha gente dice y piensa, también el empezar a hablar da señal de empezar a calmarse y solucionar un problema. Quizá así sea, o quizá no se consiga nada, pero tiene un efecto: que los que te rodean ya sepan que es lo que hay, e intenten actuar como de corazón les sale ya sabiendo mucha más información.

15.12.09

Despedido, pero leche, que sea con dignidad

En mi empresa han comenzado con la siguiente ronda de despidos. He perdido la cuenta de cuál le tocaría ser a esta, pero ya es una realidad. Dos cabezas cortadas en dos días en nuestro departamento, y no es que no nos lo esperáramos, pero estábamos esperando a ver cómo se sucederían y de qué forma serían.
El problema de un despido,es que ya es jodido de por sí, pero si encima le sumamos las malas mañas de una empresa y la falta de ética y moral, la cosa se convierte en desastre, enfado, incomprensión...y no se cuantitos más.


Pongámonos en situación: tú eres un trabajador de la misma empresa durante muchos años. Conoces ya todo el funcionamiento, toda la gente, has creado amistades... Un día te avisan de que hay que ir a la central en Madrid a dar un cursillo. Y tú vas, encantado de la vida, porque es una buena ocasión para volver a ver a compañeros que andan por otros lugares en España.

Todos ya juntitos y hablando de sus cosas en una sala, y que el curso nunca empieza... Llaman a una persona: "Menganito, sal un momento por favor". Los de dentro no sospechan nada, pero se lo están llevando a un despacho para echarle a la calle y por la puerta de atrás. Ni despedidas ni leches. Alguien vuelve a entrar en la sala del supuesto cursillo: "Por favor, podéis pasarme las cosas de Menganito..". Una cabeza que ya ha caído y viene el siguiente nombre: "Fulanito, sal por favor...". ¿Son esas maneras éticas de echar a la gente a la puñetera calle? ¿Después de tantos años perdidos esforzándote en una compañía? ¿Así es como se paga el esfuerzo, sin que te dejen volver a pisar las instalaciones corporativas y no te dejen ni despedirte..? Esto ha ocurrido, es verídico y comprobable.

Otra situación: Estás tan tranquilito en tu puesto de trabajo y llega una carta en el correo interno que ni tiene remitente ni tiene puesto el nombre a quien va dirigido. Abres la carta como si tal cosa...y de repente: ZAS, ahí lo tienes en tus manos, tu carta de despido que te será entregada al día siguiente.Si estas son maneras de hacer las cosas, yo no quiero los cursos de nuevo liderazgo que dan por ahí. ¿Es esto lo que te enseñan? ¿Dónde quedan los principios? ¿Dónde está el respeto? Por ello, os dejo el anuncio de Coca-Cola de hace tantos años y que tan molón fue. A malas prácticas, puede ocurrir cualquier cosa. Yo me quedo con la primera canción. "Veo una vida nueva, y tú no estás en ella..."

8.12.09

Desear lo bueno



Es irónico para mí que hace poco oí decir que "tú eres de las personas que no merecen este tipo de cosas y esta situación". El día que lo oí, o mejor dicho, lo leí, agradecí en su conjunto una serie de palabras sinceras de apoyo. Sin embargo, hoy le doy mucha más importancia porque esa misma frase se la aplico yo y creo que mucha gente a otra persona.
Es una frase que es tan tan pura...es tan humilde, honesta y bondadosa... Porque está claro que nadie (o la mayoría de la gente) no desea cosas malas a los otros, pero al pensarlo te inundas de paz. Ver la situación de otra persona, pasándolo tan mal, y pensar: "es que esa persona no se lo merecía o no se lo merece" da un valor humano tremendo a las palabras. Porque aunque no conozcas demasiado a alguien, aunque no hayas pasado horas al lado de esa persona y te haya contado cientos de deseos, de penas, de ilusiones o de proyectos, sientes que quieres lo mejor para esa persona.
Hoy le doy valor extra a aquellas palabras que me llegaron y que quizá no recaí profundamente en ellas. Quizá a veces necesitamos oírlo de una voz. Por supuesto no cambia los problemas que inundan las vidas, pero a veces es tan vital oír "tú no lo mereces, tú no". Y lo que más valor tiene es que te lo dice alguien del que no esperas oírlo, no es la persona más más cercana a ti o que tiene que decírtelo por todo lo que te quiere. ¿Y si también necesitamos que alguien nos lo diga y que no sea ni tu pareja, ni tus padres ni un familiar? ¿Y si alguien que es un poquito más objetivo, y que no se presupone te tiene que dar palabras de apoyo te lo dice? Pues cuando te paras a entender la frase y profundizar en ella, te sientes tan tan tan agradecida.. Gracias.
Me he dado cuenta de que nos decimos muy poco lo que creemos que valen las otras personas. Sólo nos lo decimos cuando las cosas malas llegan. Pero no espontáneamente. Quizá nos avergonzamos de decirlo y no nos salen las palabras. Lo cierto es que si lo dijésemos más, quizá nos tomaríamos la vida de otra manera. Tendríamos un poquito más de seguridad.

30.11.09

La facilidad y dificultad de las palabras

Parece mentira que teniendo esa gran virtud que es la comunicación y estando yo misma relacionada (aunque no sea demasiado) con ese gran mundo, no sepa a veces cómo comunicarme.
Hay tantísima infinidad de palabras y a veces se tiene la sensación que no llega para poderse expresar.
A pesar de contar con tantos recursos, hay momentos en los que no vale de nada. Quizá sea un problema del lenguaje o quizá sea simplemente un problema propio de nosotros mismos. Tanta capacidad para hablar y expresar sonidos y tan poca capacidad de expresar nuestro interior.
Incluso los grandes profesionales de este arte, que se desenvuelven tan fenomenal entre los sinónimos, las metáforas y todas las figuras lingüísticas, seguro que se han visto en el mismo problema. No saber cómo empezar y no saber dónde acabar.
Perder ese miedo a intentar explicar un conjunto de mil sentimientos con simples palabras a veces resulta frustrante, ya que en ocasiones no te ves identificado con el lenguaje y necesitarías muchas más palabras que describieran sensaciones.

24.11.09

Dar sin esperar recibir

Primeramente, he de avisar que si no escribo con la ansia y frecuencia que hacía antes es porque no tengo cosas bonitas que contar. Ni si quiera curiosas. Y cuando no hay cosas buenas que contar a veces es mejor dejar días y días de entradas en blanco.
Pero hoy hablaré de otra cosa. Hay alguien que me ha dicho ya varias veces que no hay que ser injusto y que cuando das, no debes esperar recibir. Simplemente se da, pero uno no debe enojarse cuando no ve una respuesta que uno siente sería más positiva para la situación. Quizá ese sea uno de mis errores. Yo no soy la persona que más da, ni mucho menos. Simplemente, sí me considero una persona detallista y que doy todo lo que puedo si creo que a otra persona la puedo ayudar, se puede sentir un momento mejor o simplemente feliz. Al menos es lo que he hecho hasta ahora. A día de hoy, me pregunto si merecen la pena ciertos esfuerzos. Y me lo pregunto precisamente porque a veces tus expectativas no se cumplen, y si no se cumplen, no te sientes bien, te sientes triste. Si no das, no esperas recibir. Eso es una verdad absoluta. El que no es generoso en su vida en las relaciones sociales, no puede esperar nada tampoco de los demás. El problema llega cuando esperas recibir y no se cumplen (aunque sea temporalmente tus expectativas). Es el momento de la frustración. Gracias a Dios, soy una persona tan sumamente racional que intento buscar explicación y excusa a muchas cosas que veo y que posiblemente no comprende mi mente. Yo busco y busco y saco mis excusas. Pero no me llenan lo suficiente como para que siga pensando que esto es un error de expectativas.
Hay de ciertas cosas que uno se va cansando y cansando y espera ver reacciones y no llegan. ¿Qué hacer entonces? No se puede enviar todo al garete. Las cosas no se hacen así. Pero no quita que duelan y te hagan sentir más triste aún que lo que uno ya podía estar.
Como digo, un problema de expectativas.

6.11.09

Aquello que no duele es mucho peor


Hay épocas en la vida en la que la palabra que te define es desencanto. No te gusta cómo vives, no te gusta cómo van las cosas a tu alrededor, no sabes cómo cambiarlas, dejas de preocuparte si alguien crees que se comporta raro, pero a la vez te molesta y no lo entiendes. Cuando ves que las cosas no te ilusionan es cuando ves el problema.

Cuando caes un hoyo oscuro que gira y gira y no ves luz, ¿cómo sales de allí si no ves luz? Es el problema de los sentimientos y el estado de ánimo, que no es tangible, no se diagnostica tan fácilmente y la cura únicamente está en el que está enfermo.

Hay una compañera en mi trabajo, a la cual conocí sólo una vez, que ahora mismo está de baja. Lleva así varios meses. Tiene dos o tres años más que yo y sufre lo que se llama "depresión", pero no la depresión que nadie parece tomarse en serio. Os hablo de la depresión que te hace levantarte infeliz, estar todo el día infeliz y acostarte infeliz. No es algo que te duela cuando te tocas, no es algo que te de fiebre y tengas frío y calor, no es tampoco algo que se alivie con un medicamento. Es mucho peor porque no se sabe cómo se empieza a estar así y no se sabe cuándo uno conseguirá salir. A mí y a mis compañeras nos costaba entender que una persona tan joven, con su marido, viviendo en su casa propia y disfrutando de su independencia, caiga en algo así. Sin embargo, ella cayó, imprevisiblemente. Si la alguien se pregunta por qué está ella así, ella no va a poder contestar porque dudo que lo sepa. Simplemente está muy triste y ella misma y su estado de ánimo la consume por dentro.

Ahora empiezo a entender que la tristeza es un mal terrible y al que no valoramos lo suficiente. Cuando te sientes triste, te excusas en que te están pasando cosas malas, que no tienes suerte en los proyectos que emprendes, que no ves cuándo las cosas van a mejorar, que no tienes proyectos con los que ilusionarte porque hasta que no soluciones una cosa no puedes emprender la siguiente...y así pasa el tiempo y pasan los días. Pero si te preguntas a tí mismo ¿porqué estás triste? Realmente no lo sabes! No tiene sentido pasar los días así! Mi racionalidad no permite comprender el porqué. Pueden pasar mil cosas negativas, una tras otra, pero no tienes porqué caer en el agujero. Sin embargo, de repente estás dentro. Y cuando quieres ver la luz, otra mala noticia te golpea de costado y directo a las costillas. Es lo que llamo el peor año del mundo: el 2009.

Hace poco le dije a alguien que si por mí fuera, borraría este año de mi vida. Así sin más, que desaparezca, que ni siquiera lo recuerde con el paso de los años, que mi memoria lo borrara sin más consecuencias.

Después, ves otras situaciones y otras vidas peores que la tuya y quieres ver la luz, aunque sea por lo injusto que eres si te comparas con ellos. Pero eso siempre es relativo, y nunca te deja satisfecho.

3.10.09

No creo que sea cuestión de nacionalismo...



Hace tiempo que me dan una visión de los madrileños y en general de los españoles que nunca hubiese pensado que me dijeran. Hay gente que piensa que los nacidos en España son extremadamente nacionalistas. Yo no lo considero así, y no hay más que ver los problemas internos de intentos de separatismo que hay y que ha habido en la historia de este país. Quizá, como yo soy española, no me doy cuenta y tienen razón. He oído decir a gente que le sorprende mucho la mentalidad de que tenemos lo mejor y somos los mejores del mundo. No estoy de acuerdo, de hecho, este país se ha caracterizado durante mucho tiempo por ser la última "mierda" de Europa y nosotros nos considerábamos así, como un país retrasado que lo perdimos todo y la fuimos liando a medida que pasaron los años. Sin embargo, lo que es indudable es que cuando nuestra economía despegó nuestro ego también creció, y a medida que hemos ganado éxitos, por ejemplo, deportivos también hemos ido aumentando nuestro ego.

Cuento esto porque hoy, que no hemos sido elegidos ciudad olímpica, y ha vuelto esta conversación. Yo me he sentido defraudad con el Comité Olímpico Internacional enormemente y lo he hecho saber. La contestación ha sido que tenemos una mentalidad nacionalista y que por eso estamos decepcionados. No estoy de acuerdo, ya no es solo una razón de que los madrileños queramos que el nombre de Madrid resuene en todo el mundo, también es un sueño y una ilusión rota. Para tener ilusión hay que creer y querer a tu ciudad. Es un sentimiento, que si no se tiene, no se puede vivir este tipo de ilusiones. Sin ese sentimiento, no se pueden unir las manos de todos los ciudadanos para ganar un gran proyecto como era este.

Hoy, nos merecíamos los juegos olímpicos, y lo digo muy racionalmente como acostumbro a ser. Contábamos con la ventaja de ser la única gran capital europea que no había tenido nunca unos juegos, con el 77% de instalaciones construidas, con el ejemplo grandioso de Barcelona 92, pero sobre todo, con la ilusión que habíamos puesto desde hace ya varios años. Cuando se decantaron por Londres para los Juegos de 2012 nos dolió, pero esta vez ha sido aún peor, porque al echar a Chicago y Tokio teníamos el sueño más cerca que nunca. Sin embargo, como suele ocurrir en este tipo de cosas, no sólo vale un gran proyecto bien estructurado. También cuentan cosas como que Río de Janeiro será la primera ciudad de Sudamérica en albergar unos Juegos, la primera vez en la historia. También cuenta que Río es una economía en desarrollo que va a dar mucho que hablar en la próxima década. El COI quería volver a cambiar la historia como ya lo hizo al darle los juegos a Beijing. Lo ha conseguido, pero a costa de una grandísima candidatura como ha sido la madrileña.

Río lo hará muy bien, conseguirá hacer unos grandísimos Juegos Olímpicos, como siempre ha ocurrido en cada ciudad que ha sido privilegiada. Le vendrá enormemente bien a su economía, una explosión hacia lo alto. Ojalá hubiese venido aquí para ayudarnos a manejar la crisis y dar ese empujón a la economía de nuestra ciudad y de nuestro país.

Felicidades a Río de Janeiro. Personalmente me doy cuenta de lo mucho que va a ayudar a su población, a reducir la desigualdad y a hacer grandes obras que podrán aprovechar sus ciudadanos, además, entre el resto de candidatos era mi favorita. De hecho, yo ya había augurado que Río ganaría y por las razones que he dado anteriormente. Finalmente se han cumplido. Eso no quita que me parezca injusto.

Sí, estoy decepcionada y desilusionada. Se ha puesto tanto en esta candidatura que perder los Juegos duele en el fondo, por mucho pesimismo que hubiese. Pero la desilusión y decepción no es nacionalismo. Esta es mi ciudad, me gusta vivir aquí, me gusta su gente, me encanta la de gente que se ve en el centro y la multiculturalidad que se ve al sentarte en un banco de la Gran Vía. Adoro Madrid, aunque haya muchas cosas que no me gusten y se pueda mejorar. ¿Eso es ser nacionalista? No, es simplemente tener un sentimiento y un cariño especial. Y si alguien considera que por eso somos nacionalistas, entonces soy culpable.

Felicidades a Río de Janeiro!

30.9.09

En la empresa luchamos contra la Gripe A


No ha bastado con los carteles pegados por todas partes avisando que hay que lavarse mil veces y a todas horas las manos. Eso no debía resultar suficiente o bien porque la histeria se expande o porque la gente no se está lavando las manos cien veces al día.
Por ello, y para nuestra salud, nos han colocado en la oficina dispensadores de este gel transparente. Este es como el que hay en recepción aunque en los pasillos hay dispensadores como los de jabón colgados de la pared mucho más chulos.
A todos nos ha hecho mucha gracia cuando hoy han llegado los geles y han rellenado los dispensadores. No hemos podido más que probar en cuanto nos hemos visto con menos gente en el pasillo. Es la curiosidad que nos mata.
Os contaré mi sensación. Es un gel transparente suavecito que te pones en las manos y se te quedan fresquitas. Mi miedo era que se me quedaran las manos pegajosas, pero para nada. En unos segundos después de frotarte las manos desaparece. Sin embargo, el problema del gel transparente super-limpiados y anti-gripe A no es ese, es el olor. Este gel lleva alcohol y de hecho es el que usan los médicos en las operaciones. En cuanto te lo has echado te llega un olor muy fuerte a alcohol y como te acerques las manos a la nariz..mueres. Por lo que aunque estamos tan limpitos como un quirófano, de lo que tienes ganas es de ir corriendo al baño a lavarte las manos.
Quizá ese es el objetivo del gel, que la gente acabe por activa o por pasiva lavándose las manos.