6.7.10

Un cepillo de dientes puede ser clave de cambio

Habrá algunos que piensen que es una tontería, pero para mí resulta que no lo es. Nunca en mi vida he dejado un cepillo de dientes en otra casa. Ni cepillo de dientes, ni peine, ni ropa.. todo iba conmigo de un lado a otro tocara donde tocara ir.
El fin de semana pasado compré un cepillo de dientes y lo dejé en otra casa. En dos años que había podido hacerlo no lo había hecho a pesar de que pasara noches y días allí. No había nada permanente y mío en ningún sitio que no fuera mi casa. El fin de semana pasado di un paso que posiblemente antes nunca me ha dado por hacer.
Si hay que comenzar con cambios, creo que uno así está muy bien dado mi nivel de compromiso en las relaciones. Un cepillo de dientes puede ser un "nada" para unos y un "todo" para otros. Por ello, un cepillo de dientes, un suavizante de pelo y un peine son mi claves del cambio.
Hay que empezar poco a poco que si no yo podría dejar de respirar del susto.

23.6.10

Así no se puede...

Cuando voy por una carretera siempre pienso en seguir una dirección. Eso siempre que no me haya perdido.
En una carretera tienes dos direcciones. Puedes seguir hacia adelante o hacer un cambio de sentido y volver al punto del que venías.
Lo que sí que no se puede es quedarte parado en mitad de la carretera y esperar a decidir qué dirección tomarás.
Hacia adelante o hacia atrás, hay que tomar una flecha porque en el medio no se consigue nada. Los coches seguirían pasando sin reparar en que estás ahí o quizá no pase nadie mientras tú mueres de inanición.
Lo bueno de ir en una carretera es que sigas recto o des la vuelta siempre puedes rectificar. No te sentirás mal, simplemente te sentirás completamente estúpido por haber descubierto que no sabes a dónde vas.
Por desgracia, otras cosas no son así pero igualmente en el medio no hay que estar porque se pierde tiempo y porque lo que consigue sacar de las personas no es bueno. Pararse es dudar, es no saber qué camino tomar, es no saber qué hay de frente y que queda detrás. Pararse es dormir mal y apenas comer, y agotarte en todos los aspectos hasta decir ya no puedo más.

21.6.10

Ojalá todo fuera ciencia y matemáticas...

El mundo es ciencia, todo lo que nos rodea está hecho de materia y las matemáticas lo inundan todo. ¿Pero por qué la vida no funciona como una ecuación?
Mientras estudiaba economía llegué a odiar las ecuaciones, los gráficos, las estadísticas y las probabilidades. Hoy, agradecería tantísimo que todo fuera ciencia y matemáticas... Así, las cosas no dolerían, la gente no estaría triste, no existiría la decepción... no habría sentimientos, simplemente números y signos que lo envolverían todo. No habría dudas ya que sólo habría una única solución, una perfecta solución.
En la visión positiva de todo esto, perderíamos mucho. No habría sonrisas ni alegría. Perderíamos lo más grande que tenemos, la capacidad de sentir, esa virtud tan imperfecta.
Pero las cosas serían más fáciles, eso sin duda.
En estos últimos tiempos tengo la sensación de que mi persona ha dado un traspié, uno tras otro. Y sin embargo también creo que no he cambiado un ápice en los grandes pensamientos que he tenido siempre. Sigo soñando con las mismas cosas y asustándome por exactamente las mismas. Pensé que eso había cambiado y ahora me doy cuenta de que posiblemente pasen los años que pasen seguiré igual.
Sí hay cosas que han cambiado a mi alrededor y seguramente hayan conseguido que mi carácter sea más agrio de lo que era. Y por ello ya no me encuentro.
Me gustaría preguntar a la gente ¿quién eres? ¿qué quieres de la vida? ¿qué expectativas tienes? Porque yo tengo la sensación de no saber responder a algunas preguntas si me las hiciera a mí misma.
¿Qué define a una persona? ¿Son las conductas que tiene? ¿Es lo que dicen de ella? ¿Es cómo la ve la gente? ¿Es, quizá, lo que esa persona dice ser? ¿Quiénes somos a diferencia de quiénes creemos ser? Si fuéramos matemáticas podríamos contestarlo con un poco de esfuerzo.

19.6.10

Y cuando de pronto estás sola...

Iba caminando por el centro de Madrid, rodeada de cientos de personas. Turistas, amigos que se ven en el Km 0... Simplemente andaba y sin ninguna dirección en concreto. No sabía a dónde ir ni dónde esconder las lágrimas. Simplemente quería que desapareciese de la faz de la tierra todo el mundo que con dirección o sin dirección compartían espacio conmigo en Sol.
Es muy frustrante agachar la cabeza, saber que no tienes ni siquiera unas gafas de sol en las que resguardarte y tener que seguir caminando sin ni siquiera saber qué hacer.
Al mismo tiempo, irónicamente, me sentía completa y profundamente sola. Una sensación de lo que se acaba de hacer y que a la vez no eres consciente de que acabas de hacer ni lo serás al día siguiente ni al siguiente. Sólo eres consciente cuando lo tienes que explicar.
Sola como si todo se hubiese girado y te hubieran llevado a un mundo extraño, con gente extraña y con comportamientos extraños que no consigan entenderte.
Estar solo quizá es el precio a pagar por ser un tanto diferente. Es posible.
Hablaba con una amiga que intentaba convencerme de que yo veía las cosas desde un extremo en el que no podía posicionarme. Yo a la vez la preguntaba si de verdad ella no pensaba que éramos un tanto diferente al resto de chicas que conocemos.
He proclamado a los 7 vientos que soy una persona independiente, con todo lo que ello conlleva. Pero las consecuencias duelen. Duelen mucho.

20.4.10

Escribir ayuda, háganme caso...

A las once de la noche y teniendo que levantarme mañana a las 6 a.m me han vuelto las ganas de escribir que tenía tan olvidadas en un cajón. Precisamente en un cuaderno en el que dejé por escrito todo lo que necesitaba no decir pero sí soltar.


Hay malas épocas en la vida. Es algo incuestionable. Un psicólogo en un programa de televisión dijo que sólo se podían pasar dos hechos trágicos en la vida porque pasado ese límite la mente podía colapsarse. No puedo opinar porque lo cierto es que no se muy bien a qué se puede llamar "gran tragedia". Entiendo que perder un hijo lo es, que vivir un terremoto lo es.... pero hay muchas cosas en la vida de una persona corriente que no pasa por una catástrofe así que siente mucho dolor. ¿Pero es ese dolor por cosas ocurridas "una gran tragedia"? Yo no sabría contestarlo. Las depresiones causan dolor y a veces ni los afectados saber el porqué empezó. ¿Podría ser una gran tragedia?


Alguien me dijo una vez que los seres humanos no estamos acostumbrados a pasarlo mal y a sentir dolor. Vivimos en un mundo de ilusión en el que cuando viene algo negativo nos trastornamos. Esa persona dijo que es necesario un periodo de duelo en el que pasarlo mal, llorar, enrrabietarse y sufrir. Después de eso hay que dejarlo atrás e ir saliendo del agujero. Lo vi muy sensato y tiene su lógica.


En mi caso, cuando he tenido periodos de duelo como decía esta persona me ayudó escribir. Nunca he conseguido en mi vida una continuidad en esto. Conozco a una persona que tiene la fuerza de voluntad de pararse y escribir el transcurso de los acontecimientos que pasan por su vida y así lleva años. Es mi heroína porque yo nunca lo he conseguido. Sin embargo, ciertas épocas me han abierto la necesidad de tener que escribir lo que no me salía poder contar y en algo ha tenido que funcionar porque una vez comencé con esa tarea me dispuse a explicar a quien yo quería explicar lo que estaba pasando.


Por lo tanto, mi recomendación de hoy no es más que esa. Quizá sea por pensar que un día podrás leerlo y volver a lo caliente de la situación cuando tú ya estás bien fría. Hay que recordar que las cosas se olvidan y se ven desde otro prisma. Lo que hoy nos cabrea dentro de unos meses no será cabreo, será recuerdo de un enfado y ya no será lo mismo. Es posible que un día, cuando vuelva a encontrarme con esas hojas que hasta dentro de mucho tiempo no volveré a leer pueda entenderme y valorar un cambio a lo largo de la vida. O quizá no, pero no lo sabré hasta entonces.