23.6.10

Así no se puede...

Cuando voy por una carretera siempre pienso en seguir una dirección. Eso siempre que no me haya perdido.
En una carretera tienes dos direcciones. Puedes seguir hacia adelante o hacer un cambio de sentido y volver al punto del que venías.
Lo que sí que no se puede es quedarte parado en mitad de la carretera y esperar a decidir qué dirección tomarás.
Hacia adelante o hacia atrás, hay que tomar una flecha porque en el medio no se consigue nada. Los coches seguirían pasando sin reparar en que estás ahí o quizá no pase nadie mientras tú mueres de inanición.
Lo bueno de ir en una carretera es que sigas recto o des la vuelta siempre puedes rectificar. No te sentirás mal, simplemente te sentirás completamente estúpido por haber descubierto que no sabes a dónde vas.
Por desgracia, otras cosas no son así pero igualmente en el medio no hay que estar porque se pierde tiempo y porque lo que consigue sacar de las personas no es bueno. Pararse es dudar, es no saber qué camino tomar, es no saber qué hay de frente y que queda detrás. Pararse es dormir mal y apenas comer, y agotarte en todos los aspectos hasta decir ya no puedo más.

21.6.10

Ojalá todo fuera ciencia y matemáticas...

El mundo es ciencia, todo lo que nos rodea está hecho de materia y las matemáticas lo inundan todo. ¿Pero por qué la vida no funciona como una ecuación?
Mientras estudiaba economía llegué a odiar las ecuaciones, los gráficos, las estadísticas y las probabilidades. Hoy, agradecería tantísimo que todo fuera ciencia y matemáticas... Así, las cosas no dolerían, la gente no estaría triste, no existiría la decepción... no habría sentimientos, simplemente números y signos que lo envolverían todo. No habría dudas ya que sólo habría una única solución, una perfecta solución.
En la visión positiva de todo esto, perderíamos mucho. No habría sonrisas ni alegría. Perderíamos lo más grande que tenemos, la capacidad de sentir, esa virtud tan imperfecta.
Pero las cosas serían más fáciles, eso sin duda.
En estos últimos tiempos tengo la sensación de que mi persona ha dado un traspié, uno tras otro. Y sin embargo también creo que no he cambiado un ápice en los grandes pensamientos que he tenido siempre. Sigo soñando con las mismas cosas y asustándome por exactamente las mismas. Pensé que eso había cambiado y ahora me doy cuenta de que posiblemente pasen los años que pasen seguiré igual.
Sí hay cosas que han cambiado a mi alrededor y seguramente hayan conseguido que mi carácter sea más agrio de lo que era. Y por ello ya no me encuentro.
Me gustaría preguntar a la gente ¿quién eres? ¿qué quieres de la vida? ¿qué expectativas tienes? Porque yo tengo la sensación de no saber responder a algunas preguntas si me las hiciera a mí misma.
¿Qué define a una persona? ¿Son las conductas que tiene? ¿Es lo que dicen de ella? ¿Es cómo la ve la gente? ¿Es, quizá, lo que esa persona dice ser? ¿Quiénes somos a diferencia de quiénes creemos ser? Si fuéramos matemáticas podríamos contestarlo con un poco de esfuerzo.

19.6.10

Y cuando de pronto estás sola...

Iba caminando por el centro de Madrid, rodeada de cientos de personas. Turistas, amigos que se ven en el Km 0... Simplemente andaba y sin ninguna dirección en concreto. No sabía a dónde ir ni dónde esconder las lágrimas. Simplemente quería que desapareciese de la faz de la tierra todo el mundo que con dirección o sin dirección compartían espacio conmigo en Sol.
Es muy frustrante agachar la cabeza, saber que no tienes ni siquiera unas gafas de sol en las que resguardarte y tener que seguir caminando sin ni siquiera saber qué hacer.
Al mismo tiempo, irónicamente, me sentía completa y profundamente sola. Una sensación de lo que se acaba de hacer y que a la vez no eres consciente de que acabas de hacer ni lo serás al día siguiente ni al siguiente. Sólo eres consciente cuando lo tienes que explicar.
Sola como si todo se hubiese girado y te hubieran llevado a un mundo extraño, con gente extraña y con comportamientos extraños que no consigan entenderte.
Estar solo quizá es el precio a pagar por ser un tanto diferente. Es posible.
Hablaba con una amiga que intentaba convencerme de que yo veía las cosas desde un extremo en el que no podía posicionarme. Yo a la vez la preguntaba si de verdad ella no pensaba que éramos un tanto diferente al resto de chicas que conocemos.
He proclamado a los 7 vientos que soy una persona independiente, con todo lo que ello conlleva. Pero las consecuencias duelen. Duelen mucho.