
El fin de semana pasado compré un cepillo de dientes y lo dejé en otra casa. En dos años que había podido hacerlo no lo había hecho a pesar de que pasara noches y días allí. No había nada permanente y mío en ningún sitio que no fuera mi casa. El fin de semana pasado di un paso que posiblemente antes nunca me ha dado por hacer.
Si hay que comenzar con cambios, creo que uno así está muy bien dado mi nivel de compromiso en las relaciones. Un cepillo de dientes puede ser un "nada" para unos y un "todo" para otros. Por ello, un cepillo de dientes, un suavizante de pelo y un peine son mi claves del cambio.
Hay que empezar poco a poco que si no yo podría dejar de respirar del susto.
1 comentario:
AAAAAAyyyyyyy!!!!! qué peligro!! jejeje!!
Publicar un comentario