Nuestra relación acabó...pero siempre te llevaré en mi corazón

"Si lo pienso fríamente no ha sido una relación muy larga la nuestra, quizá incluso tampoco demasiado intensa, pero no hay duda de que yo te adoraba. No había momento importante en mi día a día que se me olvidara contarte, así como los planes futuros. Siempre has estado ahí para recordarme lo que no debía olvidar. Siempre, tan paciente conmigo, tan en calma y a la vez tan presente.

Te escribo desde mi lo más profundo de mi tristeza. Así ha llegado a estar mi estado de ánimo después de tu pérdida. Si me hubieran preguntado días atrás si esto sería posible, rotundamente hubiera contestado que nunca tú y yo tomaríamos caminos diferentes. Ahora sólo se me pasan por la cabeza nuestros últimos momentos de compañía hasta el mismo día de hoy. Justo momentos antes de que alguien se interpusiera en nuestros destinos para separarnos de la forma más cruel posible.

Te escribo porque sé que no lo leerás, por lo que me doy la libertad de contarte lo mucho que has significado para mí en este corto periodo de tiempo. Has sido una alargación de mi mente y ahora...todo se acabó. Habrá sustitutos, pero ninguno será lo que eras tú, porque tú has sido especial, porque tú has destacado entre todo lo demás que en el pasado usé.

Hoy no me he portado bien contigo. No te he tenido en consideración en absoluto. Lo reconozco y acepto las consecuencias pero habría habido solución si terceros no hubieran entrado en acción aprovechando tu soledad.

Mi ira y la furia que contengo en dentro de mí se refleja en una repulsión hacia algunos tipos de personas necias que se interponen entre dos caminos sin importarle nada. Se refleja en mi odio hacia este tipo de seres humanos sin alma que rompen relaciones tan bonitas como era la nuestra. Nunca te olvidaré, nunca jamás."

Este es mi tributo a lo que hoy ha dejado de ser mío. Ha ocurrido en la estación de Nuevos Ministerios. Un lugar amplio y frío, donde los individuos van de un lado a otro con prisa, donde a nadie le importa lo que está haciendo el otro si no es escandaloso. Tu y yo esperando en un banco de la estación. Yo absorta en mi libro entre las manos. Tú...vete a saber qué pensando... Cuando ha sido el momento de irse, yo me he olvidado de tí y allí te has quedado. Completamente en el abandono y en la soledad. Veinte minutos después he caído en mi error y he querido regresar...pero...era tarde. Todas mis esperanzas de arreglarlo habían caído por el suelo...Nadie había visto de tí...sólo aquel indeseable que se ha apropiado de ti, que te ha robado y te ha apartado de mí para siempre. Cuando he vuelto a la estación de tren, mi agenda...ya había sido robada. Ya nada había que hacer.

Hay cosas que se te pierden o te roban y bueno...te cabreas o te entra el pánico por tener que hacer llamadas para anular tarjetas o cuentas....pero hay otro tipo de cosas que pierdes que de verdad te hacen sentirte muy triste. Hoy, este ha sido el caso. Mi agenda es como mi hijo. Todo lo apunto allí, cualquier cosa que no quiero olvidarme. Siempre va conmigo y claro, la coges cariño. Pero hoy, un "cutre" ha decidido quedársela por mi descuido. ¿Y ahora? ¿Cómo me voy a recuperar? Mañana me tocará ir en busca de una nueva porque yo no soy capaz de vivir sin una, pero ya no será lo mismo. Sólo será una agenda-sustituta. Nunca la miraré con los mismos ojos. Y cuando empiece a poner tooooodos los cumpleaños a recordar, estaré triste y recordando mi agendita azul tan bonita y profesional que me regaló mi padre. Aquella que ha visto nacer un nuevo proyecto junto a Vero, aquella que ha recogido tantas cosas de mi vida desde enero...snif...snif...no puedo seguir. Me disculpen ustedes...