6.11.09

Aquello que no duele es mucho peor


Hay épocas en la vida en la que la palabra que te define es desencanto. No te gusta cómo vives, no te gusta cómo van las cosas a tu alrededor, no sabes cómo cambiarlas, dejas de preocuparte si alguien crees que se comporta raro, pero a la vez te molesta y no lo entiendes. Cuando ves que las cosas no te ilusionan es cuando ves el problema.

Cuando caes un hoyo oscuro que gira y gira y no ves luz, ¿cómo sales de allí si no ves luz? Es el problema de los sentimientos y el estado de ánimo, que no es tangible, no se diagnostica tan fácilmente y la cura únicamente está en el que está enfermo.

Hay una compañera en mi trabajo, a la cual conocí sólo una vez, que ahora mismo está de baja. Lleva así varios meses. Tiene dos o tres años más que yo y sufre lo que se llama "depresión", pero no la depresión que nadie parece tomarse en serio. Os hablo de la depresión que te hace levantarte infeliz, estar todo el día infeliz y acostarte infeliz. No es algo que te duela cuando te tocas, no es algo que te de fiebre y tengas frío y calor, no es tampoco algo que se alivie con un medicamento. Es mucho peor porque no se sabe cómo se empieza a estar así y no se sabe cuándo uno conseguirá salir. A mí y a mis compañeras nos costaba entender que una persona tan joven, con su marido, viviendo en su casa propia y disfrutando de su independencia, caiga en algo así. Sin embargo, ella cayó, imprevisiblemente. Si la alguien se pregunta por qué está ella así, ella no va a poder contestar porque dudo que lo sepa. Simplemente está muy triste y ella misma y su estado de ánimo la consume por dentro.

Ahora empiezo a entender que la tristeza es un mal terrible y al que no valoramos lo suficiente. Cuando te sientes triste, te excusas en que te están pasando cosas malas, que no tienes suerte en los proyectos que emprendes, que no ves cuándo las cosas van a mejorar, que no tienes proyectos con los que ilusionarte porque hasta que no soluciones una cosa no puedes emprender la siguiente...y así pasa el tiempo y pasan los días. Pero si te preguntas a tí mismo ¿porqué estás triste? Realmente no lo sabes! No tiene sentido pasar los días así! Mi racionalidad no permite comprender el porqué. Pueden pasar mil cosas negativas, una tras otra, pero no tienes porqué caer en el agujero. Sin embargo, de repente estás dentro. Y cuando quieres ver la luz, otra mala noticia te golpea de costado y directo a las costillas. Es lo que llamo el peor año del mundo: el 2009.

Hace poco le dije a alguien que si por mí fuera, borraría este año de mi vida. Así sin más, que desaparezca, que ni siquiera lo recuerde con el paso de los años, que mi memoria lo borrara sin más consecuencias.

Después, ves otras situaciones y otras vidas peores que la tuya y quieres ver la luz, aunque sea por lo injusto que eres si te comparas con ellos. Pero eso siempre es relativo, y nunca te deja satisfecho.

2 comentarios:

Verónica dijo...

No sé si coger un taxi e ir a socorrerte y aporrear la puerta de tu casa... o hacer como que esta entrada no ha existido. Creo que ni lo primero ni lo segundo es una actitud normal, son extremos. Y así estás tú en un punto extremo de negatividad que no logro entender. ¿Por qué no empezamos a cambiar el chip y acostumbrarte a la vida que ahora tienes? Que ni será buena ni mala, será diferente. ¿Has oído lo de: "habituarse a los cambios"? pues empecemos a aplicarnos el cuento. Porque al final... a este paso.. me hundo yo por no saber sacarte a flote. No sé que tengo que hacer... pero encontraré una solución. Porque esto tiene que cambiar YA.

Yoli dijo...

Sary!!!!! No sé nada concreto de todo "esto", pero lo que sí sé es sonreir... tú también sabes, ó no te acuerdas??? Estoy de acuerdo con Vero en todo todo todo!!! En la vida no va a ser siempre flores y luz, los cambios son buenos y nos hacen aprender a conocernos y aprender a creer en nosotros mismos, y saber cuáles son nuestros sueños...
Creo que todo lo que dije no tiene mucha lógica, pero ya me entiendes.... jeje!!! Un beso guapa