17.2.09

Elegida una canción...


Ayer, por primera vez después de casi 8 meses, Peter Pan y yo nos dimos cuenta de una cosa: no teníamos ninguna canción que reconociéramos como nuestra y para nosotros. Parece extraño ¿no? ¿No es una ley impuesta en las relaciones amorosas contar con una canción? Siempre pensé que las canciones de pareja se elegían porque era la canción que sonaba el primer día que se conocieron, o una canción que sonaba en un momento especial. Yo soy demasiado despistada para recordar qué canción sonaba en el bar de Tribunal en el que nos encontramos. Bastante tenía yo con intentar expresarme en inglés.

Cuando sentada en el avión, devuelta a mi normal life, se lo decía entre una conversación en la que los sueños y la imaginación dibujaban imágenes futuras, él también se sorprendía. Hasta ahora no se nos había ocurrido si quiera pensarlo.
Con esa duda en la cabeza sobre si teníamos o no teníamos canción, de repente, surgió la canción en nuestras mentes. Uno comenzó la frase y la otra supo exactamente de lo que hablaba. Era una canción que yo no había oído nunca hasta que le conocí. A partir de entonces, durante dos meses de verano antes de partir a Bruselas, sonaba siempre en su habitación. Una canción que nos recuerda esos primeros comienzos. No uno sino cientos de momentos de dos personas que se están conociendo y que flota sobre el aire en la mente de los dos lo complicada de la situación. Esas conversaciones volando entre la música en las que se quiere y no se quiere hablar, en las que el miedo ha dejar salir ciertas palabras te aprietan las cuerdas vocales.
Finalmente, hemos conseguido nuestra canción. No la hemos encontrado, siempre estuvo ahí, sólo que no nos habíamos dado cuenta antes.

2 comentarios:

Yoli dijo...

Ponla que la escuchemos... no? jeje!!!

Unknown dijo...

Hay gente que se empeña en buscar su propia canción, pero tal y como te hapasado... eso surge!! La mía surgió un día que la puse y como dos tontos nos pusimos a bailar haciendo el ídem, de ahí que cada vez que la escuchemos nos acordemos de ese arrebato de locura que nos dió momentaneamente...