Efecto balancín...

El bar en el que habíamos focalizado nuestras esperanzas de inicio de juerga abarrotado de gente. Y eso no significa un poquito lleno...no, no. Eso significa que se pone en marcha el EFECTO BALANCÍN. Algunos no sabrán qué es pero seguro que todos lo han experimentado.

El efecto balancín consiste en ese movimiento que se produce en tu cuerpo de ligeros movimientos de un lado al otro y del otro al uno. Viene impulsado por los empujones con los que te agrede el resto de individuos desconocidos que hay en el recinto. Se trata de ligero o bruscos golpes desde todas partes haciendo que tu cuerpo se termine balanceando intentado buscar tu espacio vital.

Si vais pocos no es tanto el problema como si pretendéis juntaros unos cuantos y hacer un círculo para que sea posible que desde tu posición veas las caras del resto. Es casi misión imposible. Hubo momentos en los que no hubiera habido manera de hacer nuestra foto artística de montaña de cervezas, por lo que os podéis imaginar la de gente que había decidido al igual que nosotros estar allí.

De otra cosa que me he dado cuenta anoche es de que con mis nuevos horarios las juergas para mí no van a ser lo mismo. De hecho, van a ser muucho mejores. Anoche, a eso de las 6 de la mañana, las caras de mis amigos empezaban a reflejar el cansancio, el sueño...sin embargo, yo estaba como una rosa. Ventajas de vivir al revés. A partir de ahora no me queda de otra que ser el alma de la fiesta. Se acabaron los.."uff, yo ya no sigo, estoy muerta", "es que hoy he madrugado mucho", "creo que me voy a quedar dormida en el taxi y puede que nunca llegue a mi casa"...A partir de ahora las cosas van a cambiar mucho porque cuando sean las 5 de la mañana para mí serán las 5 de la tarde y estaré llena de energía. Esta noche continuamos el derroche de fuerzas en otra juerga nocturna.