¿Segovia o Toledo?

Anoche, en una velada intensa en las Cuevas de Sésamo (qué gran sitio, uno no se cansa de ir) se planteó la siguiente duda. ¿Qué es más bonito: Segovia o Toledo? No se sabe muy bien cómo surgió el debate. Es de esas cosas que de repente alguien comenta y empieza la encuesta.

Aquí a la izquierda Toledo, y más abajo a la derecha Segovia. Queda abierto el turno de sugerencias.

Tengo la suerte de haber podido estar en los dos sitios pero de uno de ellos al menos no tengo muy buen recuerdo y al otro sólo he ido unas horas para comer, por lo tanto creo que no soy la más indicada para dar opinión.

Es curioso que cuando has conocido un lugar pero algo malo te ha ocurrido allí no lo puedes ver con buenos ojos. En mi caso fue en Toledo, en una excursión con el colegio que previsiblemente sería muy divertido. Por grupos, con una serie de instrucciones y sueltos a nuestro aire por la ciudad teníamos que ir encontrando información de la historia de Toledo en los diferentes lugares de interés. Sonaba muy bien pero no era todo tan bonito. Las cuestas para arriba y para abajo, el caminar y caminar y el sol abrasador que cubría nuestras cabezas me provocaron una insolación terrible. Acabé malísima y para colmo los profesores, tan majos ellos, pensaban que había estado fumando ( y no no no no fue así). Ahora ya no puedo cambiar el concepto que tengo de Toledo hasta que alguien me proponga hacer una nueva excursión y salga bien.