No más que tomarse la vida con humor...

Hoy era el peor día para que lloviese...y llovió. Hoy era el peor día para no encontrar un autobús que me llevara a casa...y no lo encontré. Hoy era el peor día para que mañana sea fiesta...y así es. Hoy era el peor día para que me rompieran la ventanilla del coche...y los desgraciados que no tenían otras cosa mejor que hacer así lo han hecho.

Ha sido un día negro en toda regla. Un suceso tras otro me iban embarcando en un cúmulo de casualidades nefastas.

Mi día negro comienza tras el cobarde y repugnante atentado, que ya bastante negro es. Después del cansancio de una noche de estrés que requiere un acto así, me dirijo Gran Vía abajo y resguardada por mi paraguas hacia una farmacia. Mi muñeca abierta desde hace varios días requiere de soluciones y de que me deje ya del "esto se cura solo" porque el dolor empieza a ser intenso.
Muñequera en mano, una bolsa con unos libros, el paraguas y yo misma nos dirigimos a coger el tren dirección al coche. Trayecto sin problemas. Lo nefasto ha venido justo después. ¿Qué cara se te queda cuando te acercas a tu coche y crees ver que le falta una ventanilla??!! No podía creermelo... guantera abierta de par en par...todo revuelto...Pero por lo menos, no faltaba nada. Estaba claro que habían ido en busca del GPS pero los desgraciados estos se quedaron con las ganas.

Cristales por todas partes en el asiento del conductor, así que me he puesto a quitarlos como buenamente he podido sin dejarme sangrando la mano. Me he subido al coche y sin saber muy bien qué era lo que tenía que hacer me ido a Rivas en vista de dejar el coche en un taller, mi máxima preocupación era que no podía estar sin coche! Una vez llego a Rivas se me ocurre llamar a mi madre para preguntarla qué hacer en estos casos ya que soy una completa inexperta en incidencias automovilísticas.

Tras la consulta, lo primero resulta ser poner la denuncia y me recomiendan que vaya a Santa Eugenia donde se produjo el suceso, así que de nuevo entro en carretera. El aire entrando a toda leche por la ventanilla, y no sólo eso, la lluvia también. Llego a la comisaría...cerrada. Genial, ¿puede pasar algo peor? Por supuesto que sí, puede pasar que te vayas a Rivas en busca de la Guardia Civil y no haya manera de encontrarla. Y todo eso, con una lluvia que comienza a ser tremendamente intensa. Finalmente me bajo del coche, cojo el bolso, la bolsa de los libros y el paraguas en mi maltrecha mano y pregunto. Un hombre, que resulta trabajaba para el Ayuntamiento es tan amable de indicarme dónde está la puñetera Guardia Civil y me asegura que es ahí donde tengo que ir a denunciarlo, y no a la Policía.

Llego a la Guardia Civil...todo hombres uniformados y yo...era la atracción de feria. Eso sí, no tengo queja porque como estaba yo sola me trataron muy bien. Todos muy simpáticos.

Con mi denuncia puesta, me tocaba ir al taller. Allí fui muy sincera..."Mira, no he hecho en mi vida un parte así que vas a tener que ayudarme". Y el hombre también muy simpático me ha solucionado mis problemas con el parte...pero el problema ha venido después. "Pues..siendo mañana festivo...y si hoy no traen la ventanilla...igual hasta el lunes no tienes el coche". ¿¿¿¿QUÉ???? Sí, podía salir todo peor, además de todo eso podía no encontrar la puñetera parada del autobús que me llevase a casa. He andado y andada, y me he cruzado medio Rivas andando hasta que he encontrado una parada útil.

Un día muy muy negro.