Soñar me alegra el día...

Ya que soñar es gratis y da tantas satisfacciones hay que aprovecharlo. Hoy me ha venido a la cabeza un sueño que el Señor Peter Pan y yo creamos en nuestras cabezas un día que estábamos aburridos. Me ha puesto contenta recordarlo y así os lo transmito.
Como buen sueño que es, no es nada realista. Nada cercano a lo que será nuestra realidad, pero es tan bonito tenerlo en la cabeza para que aparezca de vez en cuando... Nuestro sueño es una casa. Un ático precioso en Miami, cerquita de la playa.

Tan detallado es nuestro sueño que incluso hemos repartido la decoración de la casa...que si tú la cocina...que si yo el salón...que si un jacuzzi en la gran terraza de nuestro ático...que si un despacho para mí...que si un estudio de música para tí...que si los paseos por la playa en primavera...

Ahora que somos jóvenes podemos idear una vida maravillosa y muy feliz. Un futuro de película. Lo bueno es pensar que como sabemos que no será verdad, siempre podemos adaptar en la medida que se pueda nuestros sueños a nuestra vida real. Es decir, que si no será Miami, será Madrid; que si no será un ático precioso, será un pisito pequeño y barato en el centro; que si no serán paseos por la playa en primavera, serán domingos en el Retiro...al fin y al cabo, lo importante es la ilusión que le pongas a las cosas. Yo sigo siendo feliz soñando con nuestra casita en Miami, y me da un respiro contra la cruda realidad. Y ya tocará cambiar de ideas!