En la calle, con el frío del invierno, bajo la luz del alumbrado callejero volvíamos a la misma situación. ¿A un lado o al otro? "A mí me da igual, lo que queráis" ¿Pues vamos, no? "Bueno...sí" ¿Pero dónde habéis quedado? "Pues a cinco minutos en no se donde" ¿En no se donde? Uff, yo me voy a casa. "¿Pero, entonces, nos tomamos unas cervezas?" Bueno, no sé, a mí me da igual....
Es la indecisión. Sería mucho más fácil decir "yo prefiero hacer esto, pero si vamos a hacer esto otro pues por mí genial" ¿No sería muuuuucho más fácil? ¿No sería menos cansado que estarle dando vueltas a la cabeza para obtener la solución óptima pasando frío en la calle?
Lo que, eso sí, no nos quita nadie es las risas que nos echamos allí. Pero lo mejor de todo...más que si uno se decide o no...lo más interesante...es descubrir porqué cada uno quiere hacer lo que quiere hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario